Capitulo 1. Adiós.
-Bells cuídate mucho, mándame un correo en cuanto llegues, diario voy a revisar mi cuenta lo prometo- me dijo y me sonrió
- sí, tú también cuídate, Te quiero muchísimo, te voy a extrañar - una lágrima rodo por mi mejilla -.
-hermosa yo también te quiero, no llores, un año se pasa rápido, además siempre vamos a estar en contacto, de verdad - me dijo y me abrazó, no podía dejar de llorar-, no te preocupes por mí, divierte con tu tía, ya te dije un año pasa rápido, ten - me dijo y me dio un portarretrato con una foto de ambos- es de cuando fuimos a la playa, la imprimí, te acordaras de mi todos los días, verdad? - le sonreí pero otra lágrima traicionera corrió-.
- Sí, gracias, por favor cuídate mucho, diviértete tu también tarado, te quiero.
- yo también - me sonrió y me besó la frente - no vemos pronto- .
Fue tan fuerte verlo partir, sabía que cuando el subiera a ese avión mi corazón dejaría de latir, pero no podría decirle lo enamorada que estaba de él, éramos amigos, los mejores amigos, no quería que se fuera, pero era lo suficientemente cobarde como para intentar siquiera, arriesgar nuestros 15 años de amistad, mis lagrimas no podían dejar de brotar, aunque él las había limpiado antes de marcharse, eran pocas, y no reflejaban nada de la aflicción que sentía, que haría yo todo ese año, sin él, sin su hombro para llorar después de una pelea con mi mamá, o uno de sus chistes fuera de lugar o su sonrisa siempre sincera, tal vez el portarretrato ayudaría, no, no es cierto, lo quería a él, no solo una foto pero ya era tarde para arrepentirse y decirle que no se fuera, en unas cuantas horas ambos estaríamos en lugares demasiado alejados, y nuestra única comunicación seria por correo electrónico y unas cuantas llamadas por teléfono.
Mi madre me saco de mis pensamientos:
- Bella? Bella?, no me oyes?
-Qué? Qué decías mama?
- que ya debes abordar el avión.
- ah sí ya voy.
- Recuerda que cuando estés en Seatlle debes llamar a tu padre, para que te recoja en el aeropuerto.
- si mama, que te vaya bien, te quiero
- Yo también hija, diviértete, pórtate bien, y cuídate mucho, llámame cada vez que puedas, y divierte, si necesitas dinero me llamas.
- sí, gracias, adiós
Aborde mi avión, aun pensaba en Jacob, él se había marchado a Brasil, por una beca, estudiaría un año allá, Y yo, pues yo no quería estar aquí donde todo me recordaba a él, así que le pedí a mi madre, que me mandara con mi padre a otra parte del mundo, ok no, a Washinton con el pretexto de querer pasar mas tiempo con el, Sue, su esposa, Alice su hijastra y Renesmee mi media hermana, así que aquí estaba yo en un avión de camino a Seattle, Sería un año sabático antes de entrar a la universidad. Pensaba en todas las posibles oportunidades que había tenido, irme con él, quedarme en Phoenix, venir a Forks, pedirle que se quedara, pero no estaba lista para decirle lo que sentía, ni tampoco podía mostrarme tan egoísta.
Al llegar a Seatle fue harina de otro costal, otra gente, esto sería divertido, y agotador.
- Bella, Bells,! Pequeña aquí estoy! - al parecer mi mama ya le había marcado a mi padre, y Sue me estaba esperando- Aquí!
- Hola Sue
- Hija, como te fue en viaje? has de estar muy cansada, ven.
- si, gracias.
La casa de mi Papá era espaciosa, y elegante, una casa blanca con ventanales verdes, un gran jardín, con una mesita y tres sillas, un par de autos en la cochera y un árbol. Por dentro no dejaba de ser hermosa, con muebles rústicos de madera, y un olor único a canela. De pronto apareció mi adorada hermanastra, ella no era malvada como en los cuentos, era dulce y siempre positiva, la quería como a mi hermana de verdad, era de mi estatura, su cuerpo era muy delgado como el de un duende, su cabello negro apuntaba en mil direcciones diferentes, no nos parecíamos en nada, pero eramos muy unidas, mi cabello era castaño chocolate, mi figura, bueno, era flaca, con tenues curvas muy tenues, y los ojos definitivamente no eran ni parecidos, ni nada, sus ojos eran grandes, de color gris, y los míos, pequeños y de color café sin ningún chiste, aunque ella decía que eran como el chocomilk.
- Bella, te extrañé muchisimo, cómo estás?
- Alice, yo tambien te extrañé, estoy bien, un poco cansada pero bien.
- es lo único? te noto triste, segura que estas bien?
- mm bueno estoy un poco triste.
- haber, cuéntame que te sucede, es por tu mamá?
- no, es Jake
-aaaa ya le dijiste! pero que te dijo? Dios! no me digas que...
- No Allie, no le dije nada, se fue, le ofrecieron una beca y se marchó, punto.
- Qué? pero ósea él sabe que lo quieres?
- Claro, el sabe que lo quiero, pero no sabe qué no como amigo.
- ay Bella, y ahora?
- Pues como que ahora? por eso me vine, quiero otro aire, otros chicos, otra cosa
- está bien, entiendo, pero es un error
- por qué?
- crees que estando aquí lo vas a dejar de querer? no, verdad?
- no, pero de algo ha de servir, ya no quiero hablar de eso.
- está bien
Pase la noche pensando en lo que Alice me había dicho, tenía razón, no lo iba a olvidar, claro que no, observe su habitación, era amplia, de colores pastel, otra cualidad que nos hacia diferentes pero al mismo tiempo unidas, no me gustaban esos colores, en una esquina un escritorio con una computadora y unos cds, en la otra esquina la televisión, una mesita, un gran espejo, la cama matrimonial pegada a la pared contraria de la televisión, un librero y una lámpara a distancia de esta, me quede mirando al techo y en unos minutos caí profundamente dormida. Entonces, lo vi, entró por la ventana como cuando estábamos en mi casa, ahí estaba él, me levante lo más rápido que pude, lo abrace y lo besé, con todo el amor y la agonía que sentía - te amo Jacob, no te vayas - le dije - él en respuesta me tomo por la cintura y me respondió el beso, casi con furia, mis labios se deslizaron por su barbilla, y luego por su cuello, sedientos de él, el tiempo se detuvo y solo éramos él y yo, me había olvidado por completo de Alice, pero donde estaba?, no importaba, acaricie sus brazos, y él se deshizo de mi blusa, sus labios estaban ya por mis hombros, bese y mordí el lóbulo de su oreja, y lo obligué a que levantara los brazos para sacar su playera, vi su pecho, hermoso y único, y acaricie los músculos de su espalda, hombros, brazos, el tiempo le favorecía cada vez más, oí un estruendo demasiado fuerte, y me sobresalte, estaba en el suelo, había sido un sueño, solo esto faltaba, que mi mente me jugara bromas, si claro, el iba a entrar por la ventana y todo lo demás verdad?, si, claro, me burle de mi misma, por este pensamiento.
El resto de la noche paso muy lento, este sueño me había dejado alterada, solo esperaba que amaneciera pronto.
Ya era de día, después de mi desafortunada noche y mi intento de sueño erótico, mis ojeras se remarcaban, busque con la mirada el portarretrato y sonreí, el tan lindo como siempre, sus sonrisa, su mirada, y recordé que le había dicho que le mandaría un correo al llegar a philadelphia, prendí la computadora, e inicie sesión, el ya me había escrito, diciéndome que ya había llegado, y que mañana mismo iría a su clase, que vivía un departamento con dos compañeros, así que le respondí:
Jake
Fue un vuelo bastante placentero - mentí- como te fue a ti?, como es allá? ya saliste a conocer? ojala mañana te vaya muy bien, te extraño, diviértete, y nada de novias, es broma - volví a mentir - que te vaya bien, seguimos en contacto, un abrazo y un beso
Bells
Baje a desayunar, y Alice me llamo, me presento a uno de nuestros vecinos, Mike se llamaba, alto, piel clara, ojos azules como el cielo, muy educado y rápido hicimos clic, me llevaría bien con él. Era una buena señal de lo que me esperaba.
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